2.9.08

NUEVAS FUNCIONES



"CAROLINA HERRERA:
Quiero tener una casa perfecta como ésta,
llena de espacios limpios que recorrer.
Con un hombre vergón, simpático y querendón.
Que le guste mi milanesa.
Que le guste yo como esposa...".






QUEDAN SOLO DOS FUNCIONES!!!
Funciones muy especiales...
en Biblioteca Nacional a las 19.00 hrs.
en el bellisimo Salón Ercilla. 2do piso.
Viernes 5 y 12 de Septiembre.
Metro Sta. Lucía. Linea 1.



EQUIPO
Dramaturgia, dirección y concepto: Sergio Valenzuela Valdés.
Creación e Interpretación: Carlota Bouquet, Eyal Meyer, Patricio Ovalle, Cristián Monsalve, Sebastián Yannucci, Sergio Valenzuela y Guillermo Cáceres.
Producción: Antonio González.
Vestuario: Margarita Valdés.
Diseño Gráfico: Jorge Vargas.
Fotografía: Simón Pais.
Música de Shirley Horn, Bach y Alberto Iglesias.

24.8.08

Fotos de la segunda temporada. Teatro Mayor













Fotos de Michael Von Bergen

PROXIMAS FUNCIONES

5 y 12 de Septiembre del 2008
En Biblioteca Nacional a las 19.00 hrs.
Sala Ercilla
Estación Metro Santa Lucia
Entrada Liberada.

Escribenos a mujerinstalada@gmail.com

20.4.08

MUJER INSTALADA



Mujer Instalada es una obra o ejercicio escénico de una duración entre 50 a 60 minutos. Toma textos originales de "Mujeres Falsas" del propio director Sergio Valenzuela Valdés. La obra se genera desde el cuerpo y la palabra, pero su resultado es danza, teatro y performance, intentando borronear sus límites.

La obra instala el cuerpo y la voz de varias mujeres en seis hombres, pero la puesta en escena pone en crisis la ficción, el arte, la mujer, lo masculino, el teatro, la danza, la realidad, lo simulado y el cuerpo afectado. Cada función es una invitación a perder los límites de lo establecido.

Esta segunda temporada invita a conocer una nueva version de la obra que ya tuvo presentaciones en Museo B. Vicuña Mackenna, Biblioteca Nacional y Centro Cultural Palacio La Moneda, esta vez con un elenco que incluye a su propio director tomando el papel del “autor” (personaje del texto), además de situarse ahora en un espacio convencional, que intentará quebrar o romper los límites de la ficción teatral.



Mujer instalada es un mix de diferentes soportes: primero desde la palabra, ya que toma la dramaturgia (teatro) y se exhibe por los intérpretes. El Segundo soporte es la danza a través de secuencias de movimiento y de un trabajo físico que inunda toda el espectáculo, como también el performance desarrollado en composiciones instantáneas donde la ficción se quiebra y el espectáculo se abre al público.

Mujer instalada no intenta contarnos una historia, sólo exhibir o instalar versiones de mujeres muy particulares. Un mundo femenino (madres, nanas, heroínas, modernas o enchapadas a la antigua, culposas o dispuestas a matar por sus ideales). El texto ya estabalece un quiebre teatral (la muerte del acotador y el propio autor como personaje) y desde ahí mujer instalada rompe la convencioanalidad del arte, la danza, el teatro y quizás dejarnos con una senasación de que todo es posible, una sensación de ruptura de los límites conocidos.

El ejercicio tiene como fondo musicalidades refinadas (piano, jazz) en constraste con un universo visual concreto (sin vestuarios de personajes, sin efectos o espacios vestidos). La imagen de la obra es capturada por el novel fotógrafo Simón Pais, el aporte del diseño gráfico de Jorge Vargas y la producción de Antonio González.



EQUIPO

Dramaturgia, dirección y concepto: Sergio Valenzuela Valdés.
Creación e Interpretación: Carlota Bouquet, Eyal Meyer, Patricio Ovalle, Cristián Monsalve, Sebastián Yannucci, Sergio Valenzuela y Guillermo Cáceres.
Producción: Antonio González.
Vestuario: Margarita Valdés.
Diseño Gráfico: Jorge Vargas.
Fotografía: Simón Pais.
Música de Shirley Horn, Bach y Alberto Iglesias.



Del 8 al 17 de Agosto en Teatro Mayor.
Jueves a sabado a las 21:00 hrs.
Domingos a las 20:00 hrs.
Entrada general: $2.000
Santo Domingo 711.
Estacionamientos: Miraflores 451
Estación Metro Bellas Artes.
Telefonos: 328 18 67 ó 328 18 65



Agradecimientos a:
Coto, Margarita Valdés, Omar Morán, Tatiana Pérez, Felipe Beltrán, Daniela Rojas,Felipe Vargas, Nicolás Cottet, Karin Costa, Monica Camilo, Orlando Alfaro, Ramón Griffero, Guillermo Vargas, Don Julio, Raul Miranda, Benjamin Matthey, Antonio González, Esteban Amaya y todos los que sientan que apoyaron este proyecto.


MAIL DE CONTACTO:
mujerinstalada@gmail.com
resorteproducciones@gmail.com

22.1.08

TEXTO

“MUJER INSTALADA” texto adaptado de "MUJEERES FALSAS"
de Sergio Valenzuela Valdés

HOYO CERO

ACOTADOR:
No existe acotación u otro sobre el espacio y sus límites temporales o físicos. Los personajes son el reflejo emocional de la sumatoria de las ideas del territorio escénico. Todo es apariencia.

LA ABUELA:
Hoy es un día con sol, Zara está cocinando algo que huele mal.
Vomitaré todo de nuevo.

Raro se ve Santiago. Es como que tiene otro aire.

¿Donde estarán los niños?
¡Emmanuel!
Debe andar jugando a la pelota

-Zara, anda a buscar al niño pa’ ponerle el sweater-.
Esta niña anda puro pensando en hombres, escondiéndose en la maleza pa’ esperarlos.

Cuando chica la pasaba regio con mis sirvientas, todas juntas, unas me peinaban, otras me leían, otras me escribían todo lo que yo les decía, me escondían de los hombres, los alejaban de mí. Cuando iba por ahí corriendo, escondiéndome detrás de los pastos… eran diablos estos hombres siempre me trataban de tocar.

- Zara, tráeme un chaleco que me voy a resfriar y apaga esa comida de perros-.

Esa mujer debe estar ayudándola.
La mala mujer que me quitó a mi Emmanuel.
Una mujer falsa.
Una mala mujer para mi niño.
Para mi hijo futbolista.
(se sienta)

ACOTADOR:
Un par de tijeras cortan unas flores. Las mismas tijeras que parecen al final de la obra. (disfraz 2)

ACOTADOR:
La profundidad absoluta cavada en su cuerpo y en su pensamiento.
Un jardín con nueve hoyos. Los nueve hoyos donde Carolina Herrera sepultará a los ocho perros de la casa y a su marido.

ZARA:
¿Chancho qué te pasa?

CAROLINA HERRERA:
Nada, nada.

ZARA:
Pero chancho, no te pongas así con esos cachetes de marrana flaca que pones.
Mira, hay oferta de calzones dos por uno.

CAROLINA HERRERA:
Prefiero los con encaje, son mas porno.

ZARA:
¿Mira estos sin cola?

CAROLINA HERRERA:
No ando tan acumulada.

ACOTADOR:
Un angel cruza la escena, atrasado. Aparece después cuando la abuela muere.

ZARA:
¿La histérica?

CAROLINA HERRERA:
Esa flaca piraña me echó del trabajo amiga. Soy una cesante cualquiera. –Tarjeta-

ZARA:
¡Cómo se atreve la yegua! No te puedo creer y ¿Que pasó?, ¿Qué hiciste? -Doce cuotas, por favor-

CAROLINA HERRERA:
Mira eran las seis y yo estaba tomando mi bolso y la muy histérica viene y me dice.-Gracias, la primera cuota en agosto, eso-. Bueno y me dijo que quería que le hiciera el aseo del garage, imagínate, iba a terminar como a las 11. ¡Que se cree! Entro a las 10 y termino a las seis y basta, es suficiente, ¡Cree que soy peruana!

ZARA:
Oye este perfume está baratísimo, que ricura. Es que no hay nadie como don Ricardo, el si que te entendía, hora de entrada y salida, Si estaba todo listo, el pucho, ver un rato tele. O sea un siete.

CAROLINA HERRERA:
No me digas nada, si lo que mas extraño es a don Ricardo, bueno y la histérica llegó y me echó -¿Cuánto dijo que costaba?-


ZARA:
¿Pero por qué?

CAROLINA HERRERA:
Por eso, porque llegué y le dije que no iba a hacer el aseo a esa hora, que me iba y se puso a gritar que yo era una floja ¡Figúrate! -Ya, lo llevo, doce cuotas la primera en agosto ¡No! Mejor en Diciembre. Gracias- Y yo le dije que era una histérica y me echó.
¿Me habré equivocado en decirle histérica?

ZARA:
Mira chancho pero la demanda media difícil te va a salir. ¿Vamos?

ACOTADOR:
Un sweater del mismo color. Bárbara será sorprendida con el mismo sweater que Zara en una declaración a la policía.

ACOTADOR:
Un golazo rompe un espejo. El golazo que soñaba la abuela.


HOYO UNO
EL AUTOR:
Asumo a mis 27 años la entrega incondicional a la significancia de la imagen, pero no sólo la fija o la móvil, ambas....el dedo en el cigarro, el dedo que pasa la hoja desaparece y aparece en la boca, dedo marcado con amarillo, de los cigarros consumidos, ¿casi mudos?, dedos que recorrieron...

No quiero enfatizar en el detalle, sino que narrar a través de esas selecciones. Una historia mas generacional, que pasa por el abandono, la ansiedad y el desapego como formula de interés, necesito poblar la imagen del desgarro que significa leer un libro solo en un parque y que no importe nada mas, ese acto de individualidad, me hace parte del mundo, me hace universal…suena jipie, pero no me importa.




HOYO DOS

ACOTADOR:
Una pastilla tras otra. En las manos de Carolina Herrera. Se caen como perlas de un collar roto intencionalmente.

BÁRBARA:
Cuando en los ojos.

Te miro y me veo en los tuyos.

En tus ojos veo como te miro.

Creo que existo por ese lapso de tiempo entre pestañeo y pestañeo.

Creo en la posibilidad de verme reflejada y fundida a lo demás.

Y pensar que por ese lapso de tiempo las cosas que alcanzo a ver reflejadas se tornan reales. Es entonces que pienso que sólo tus ojos pueden darle sentido a las cosas y a mí, pero no es así. Tus ojos sólo alcanzan a darme ese atisbo de lucidez. Es así que la forma en que me miras no es tan importante. Es decir.

ACOTADOR:
Mientras me reflejo e identifico, mientras digo yo y el mundo…

BÁRBARA:
No me importa si mientras sucede esto me dices: te quiero.
Ya que sólo busco verme en ellos cada ocasión que tengo.

De esta manera tus ojos y los míos tienen tanta importancia como lo es saber que tú y yo ya somos dos extraños y no me interesa en lo absoluto el sólo hecho de pensar que cuando me miras con esos ojos que sólo tú sabes poner, me dices:
Que no te quieres ir porque me quieres y que por eso te quedarás acá conmigo.

Y me molesta que intentes llorar.

Y es que quiero que la cortes, que no sigas con eso, que me comienzo a sentir extraviada o extranjera. Así que dejo de mirarte y cierro los ojos por un par de segundos.

ACOTADOR:
Todo negro por unos segundos.

BÁRBARA:
Dejo que limpies tus lágrimas en mí y ahora sí te puedo decir: ven.

ACOTADOR:
Bárbara toma sus audífonos y comienza a caminar, escucha cualquier cosa menos Emmanuel, que ya no lo soporta.
Camina sin saber donde va, un desconocido le toma la mano y caminan juntos un par de cuadras.
Ella no lo mira a los ojos.
Solo deja de cantar, porque le da vergüenza.
Él parece no modificarse.
¡Ve! como sus lentes verdes se van deslizando por su nariz recta y filuda.
Ella sonríe y mira las nubes como se detienen, como parece que todo se detiene a su alrededor en esa caminata con el desconocido.
Él le suelta la mano, parece que es por miedo a que ella salga corriendo y no la vea nunca más.
Camina a su lado sin detenerse.
Se incomoda, algo hace él que ella lo nota.
Bárbara lo mira y sigue caminado.
Él vuelve a tomar la mano de ella.
Bárbara sigue caminando y tiene que doblar en la siguiente esquina, pero no quiere.
Nunca quiere.
A nadie, le importa la pareja caminado así sin hablarse, mirándose de reojo, o al menos eso parece.
Él la toma por la cintura y la mira fijamente.
Vemos al desconocido y a bárbara abrazados mientras un corazón gigante gigante de dulce se forma detrás de ellos.
Él parece que quiere besarla, a Bárbara el corazón ya se le sale por la boca.
Él la deja.

LA ABUELA MORIBUNDA:
La enfermedad aparece cuando una sabe que esta sana.
La enfermedad te mata, pero mata tu imagen saludable primero, la hace desaparecer, te hace olvidar. Te ciega, como a un escritor frente a su obra.
La sanidad es saber que una no está enferma.
La sanidad es una imagen también.
El cuerpo de la palabra imagen, ha muerto.

ACOTADOR:
Antes de que la abuela termine de hablar, debería aparecer el ángel detrás de ella, tomarla y llevarla por los cielos.

LA ABUELA:
El ángel me toma la mano y me lleva lejos.

ACOTADOR:
Bueno, el ángel la toma de la mano y se la lleva lejos de aquí, a otro lugar. La abuela me sonríe y se va. Emmanuel, el joven de la historia, ya no puede cantar más, las lágrimas ya no lo dejan cantar. Ahogado entre sus sollozos se queda tirado mirando la foto de Bárbara sobre su escenario, pero no lo resiste y corre a buscarla. Zara y Carolina Herrera, las dos nanas salen de la multitienda llenas de paquetes, llenas de artículos nuevos y brillantes. Son dos personajes sin importancia y ellas lo saben. Zara mira los paquetes de su amiga y al parecer se pregunta si ella lleva más paquetes o no. Sin problemas sobre sus hombros se alejan. Zara se despide y se va directo a cuidar a la abuela que está enferma.

ZARA:
La dejé sólo unos minutos y me dejó para siempre. Es raro que se vayan así, de un momento para otro. Ese día después de las compras con la Carolina en el Alto Palermo, presentí algo en la sección de mujeres, cuando mire el calzón de talla XL, me acordé de ella. (No se ría, es verdad que era culona, pero mas respeto). Quiero decirle señor policía, que yo no tuve nada que ver en esto, yo no la trataba de lo mejor, pero nunca le hubiera hecho daño. Quiero decirle con el corazón en la mano, que yo se lo que cuesta conseguir buenos patrones, todos los demás son malos con una, se aprovechan de lo mejor de las nenas, te lo sacan prestado y nunca te lo devuelven. Así una se va quedando vacía, llena de nada. ¿Qué me dice? No, no estaba cuando ocurrió el fallecimiento. Yo llegué, apagué la cocinilla y la fui a ver. Era comida para perros.

LO ÚNICO EXTRAÑO FUERON LAS FLORES. ELLA TIRADA AHÍ, RODEADA DE FLORES.

El olor era intenso, ya lo sé, no el de las flores, el de la comida, pero no fue con intención de molestarla. ¿Qué? ¿Que le gusta mi sweater? Gracias. Me lo compré allá en Chile, mire que extraño y uno que piensa que ellos se visten como la mierda. ¿Como me dice? No, yo no sabía nada de la herencia, es extraño todo esto para mí. La verdad es que nunca pensé que me dejaría sus ahorros. No es tan extraño que no supiera leer y escribir, yo algunas veces la vi con un lápiz en la mano eso si. Se que tiene un hijo cantante que no ve hace muchos años, yo pensé que todo quedaría para él, bueno, la verdad es que lo pensé ahora que me dijeron todo esto de la plata, la verdad es nunca antes se me cruzó por la cabeza.

ACOTADOR:
Vemos a Zara saliendo de su casa con un par de maletas, hace parar un taxi, detrás de ella aparece Carolina Herrera. El taxista se baja a abrirles la puerta.

ZARA:
Muy amable.

ACOTADOR:
No es nada, pase usted. ¿Donde las llevo?

ZARA:
A Ezeiza.

ACOTADOR:
¿Cómo me dijo?

CAROLINA HERRERA:
Al aeropuerto bruto.

ACOTADOR:
Zara le contó todo lo sucedido ese día, bajaron el tono para las partes medio fuertes, Carolina Herrera estaba asombrada, lloró, luego de un rato sonrió, y al siguiente gritó de alegría. La cosa es que se fueron muy felices al aeropuerto, incluso cantaron juntas una canción que no la cantaremos aquí. Zara y Carolina Herrera son muy buenas amigas, eran como dos niñas chicas, pero pasadas de treinta, se gastan todo en lucir regias y esbeltas y lo logran, son dos bellas y voluptuosas mujeres. Zara es mas silenciosa a veces, mira por la ventana el horizonte con una mirada extraña, como si escondiera algo o con esa mirada de mujer que perdió un hijo. Carolina Herrera es más suelta, es desubicada, siempre anda metiendo la pata.

LA ABUELA DESDE EL MÁS ALLA EN EL CENTRO DE TODOS:
La maldición:
Al borde de la vida una mujer, tres hombres no son divinidad, si buscas la felicidad, tendrás que buscarla donde no está. Si lo buscas ahora, un personaje tendrás que matar.
Cuatro cruces se marcaran en tu frente, cuatro arrugas que no dejarán de crecer. Pero tus días estarán contados y la muerte correrá a buscarte, estará ahí acechando.

ACOTADOR:
La abuela desparece, es sólo una imagen.


HOYO TRES

EL AUTOR:
Narrar historias siempre ha sido el arte de seguir contándolas, y este arte se pierde si ya no hay capacidad de retenerlas.


HOYO CUATRO

ACOTADOR:
Esta historia. Esta historia ya no necesita un narrador. No necesita a nadie.

LA ABUELA SENTADA EN LA CAMA CONGELADA:
Me morí pensando en mi niño, en mi cabro chico.
Sentí como me llegaba el pelotazo de la muerte, el último golazo de mi vida.
Estoy sentada en la frontera de la muerte, en la cancha recién tizada, las banderas de los guarda líneas me son imperceptibles. Cada vez que escucho el pitazo, pienso que es mi Emmanuel. Quiero verlo y esta cordillera no me deja atravesarla, no me deja mirar sus piernas con calcetas largas, su culo parado detrás del pantalón corto, esos pequeños pelos que le salen entre la camiseta, ese cuello fuerte, ¡Dóblate bien ese cuello! Ese pelo rizado detrás de la oreja tomado en una cinta. El pelo mojado rozándome la cara.
Hazme un gol hijo mío que te extraño.
Un golazo que rompa la cordillera.
Un golazo que se meta en mi arco.
Que me queme entera, toda esa maldad que me sale, que me huye.
Sentada en la línea del corner de la cama, te espero con bombos y banderas.
Soy tu fan, tu fanática futbolera, ya no grito, ya no salto, solo me queda el cintillo en la frente y un par de poleras con tu nombre, ¿Por qué me dejaste sola?
¿Tan mala madre fui? Sácate esas lágrimas, mocoso, los niños no lloran como te decía tu padre. ¡Ya! Venga pa’ ca mi niño fuerte. Tan apretado que tiene su pecho. Detrás de esos colores fuertes. Detrás de todo eso está lo que yo nunca logré descubrir.

ACOTADOR:
Vemos a nuestra heroína mirándose al espejo. Después de un breve viaje en avión.

ZARA:
¿Tienes papel en el tuyo?

CAROLINA HERRERA:
¿Qué cosa?

ZARA:
¡Si tienes papel!

CAROLINA HERRERA:
Zara, no me grites así, no porque eres millonaria ahora me puedes hablar de esa manera.

ZARA:
¿Tienes o no tienes?

CAROLINA HERRERA:
Yo tampoco tengo, que vergüenza este aeropuerto ¿Tan mal estamos?

ZARA:
Me pasas papel si no es mucha la molestia.

BÁRBARA:
Si, claro.

CAROLINA HERRERA:
Una duda no me deja ¿Cuánto tiempo te demoraste en planearlo todo? ¿Supongo que puedo fumar no?

ZARA:
Tira la cadena Carolina, estás re fuerte. Nada, me dijeron lo de la plata y se me ocurrió todo, ahí me acordé de ti.

CAROLINA HERRERA:
No puedo en este baño, es terrible, se escucha todo, ¿Estabas hinchada? Yo estoy con una panza. No tienen toallas para secarse las manos. ¿Se nota la pobreza en que estamos no?

ZARA:
En la que están todos, menos nosotras.



CAROLINA HERRERA:
¿Y la abuela, habrá sufrido mucho? ¿Tiraste la cadena? Zara, no seas nueva rica.

ZARA:
No molestes. Una sobredosis. Dame el cepillo. Piensan que se revolcó un poco en el suelo de dolor y ya. Fue corto. Unos 5 a 10 minutos. ¡WOW! ¡Que color! ¿Me das un poco?

BÁRBARA:
Claro, toma, tengo otros, usa cualquiera.

CAROLINA HERRERA:
¿Chilena?

BÁRBARA:
Si.

CAROLINA HERRERA:
¿Primera vez acá?

BÁRBARA:
Si.


ZARA:
Se nota.

BÁRBARA:
¿Como dice?

ZARA:
¿Se nota mucho? ¿Me queda? ¿Qué opinas?

BÁRBARA:
Te queda. ¿Y donde van ustedes, se van de vacaciones?

ZARA:
Lo más lejos posible.

BÁRBARA:
¿Tan difícil está acá?

CAROLINA HERRERA:
No tanto… somos prófugas de la ley.

ACOTADOR:
Las tres ríen de forma nerviosa, pintadas con el mismo color de rouge, tres bocas abiertas del mismo color, se despiden de beso y quedan marcadas. Bárbara lo entendió todo. Camina por los pasillos del aeropuerto con los audífonos puestos y la música reventando sus oídos. Corre. Mientras va esquivando de forma perfecta a la gente, siente que su ropa ya no le sirve, pasa al dutty free y compra su disfraz, su súper disfraz de heroína y sale volando.

ACOTADOR:
Vemos a Bárbara nerviosa frente a la grabadora.

Nombre

BÁRBARA:
Bárbara

ACOTADOR:
Domicilio.

BÁRBARA:
Almirante Riveros 025.

ACOTADOR:
Cuidad.

BÁRBARA:
Santiago.


ACOTADOR:
País

BÁRBARA:
Chile

ACOTADOR:
Nacionalidad

BÁRBARA:
Chilena

ACOTADOR:
Edad.

BÁRBARA:
32

ACOTADOR:
Estado civil.

BÁRBARA:
Viuda.


ACOTADOR:
¿Viuda?

BÁRBARA:
Si, así mismo.

ACOTADOR:
Hijos

BÁRBARA:
No

ACOTADOR:
Profesión

BÁRBARA:
Heroína por el momento.

ACOTADOR:
Teléfono

BÁRBARA:
No tengo


ACOTADOR:
E-mail

BÁRBARA:
barbaraletal@hotmail.com

ACOTADOR:
Declaración jurada

BÁRBARA:
Si

ACOTADOR:
Cargo

BÁRBARA:
Homicidio Premeditado

ACOTADOR:
Autor

BÁRBARA:
Conocido



ACOTADOR:
Conocimiento de terceros

BÁRBARA:
Si

ACOTADOR:
Cuantos

BÁRBARA:
Una.

ACOTADOR:
Mujer

BÁRBARA:
Las dos

ACOTADOR:
OK

ACOTADOR:
Declaración. Sea clara y concisa, los detalles para el abogado.

BÁRBARA:
Estaba en el baño del aeropuerto, me tope con dos nanas, muy regias.

ACOTADOR:
Que bonito sweater.

BÁRBARA:
Gracias.

ACOTADOR:
¿Lo compró acá?

BÁRBARA:
No en Chile. Bueno como le contaba, comenzaron a hablar entre ellas.


ACOTADOR:
OK

BÁRBARA:
Descubrí, por lo que decían, que la habían matado por la plata.

ACOTADOR:
¿Como lo descubrió?

BÁRBARA:
Porque lo dijeron. Si las escuche. Dijeron que eran millonarias y no tenían remordimiento.

ACOTADOR:
¿Y donde se dirigían?

BÁRBARA:
Al caribe. - Prófugas de la ley -, textual.

ACOTADOR:
¿Lo reconocían abiertamente?

BÁRBARA:
Si, una de las nanas.

ACOTADOR:
Por eso usted conoce a la victima.

BÁRBARA:
No lo sé, pero imaginé que podría ser la madre de mi ex.

ACOTADOR:
¿Es ella?

BÁRBARA:
Si, parece, se ve un poco diferente.

ACOTADOR:
¿Pero es ella o no?

BÁRBARA:
Si.

ACOTADOR:
A la nana la conozco. Una nana de las buenas. Usaba un sweater igual al suyo.

BÁRBARA:
¡DETENEDLA YA! QUE ES UNA LADRONA. ¡DETENEDLA YA! QUE ES UNA LADRONA ¡DETENEDLA!

ACOTADOR:
Señorita, que le pasa.

BÁRBARA:


ACOTADOR:
¿Se encuentra bien?

BÁRBARA:
Quiero estar con él, quiero tener aquí el sabor de sus besos, que me queme con esos ojos y que me cante canciones al oído. Que me las cante desafinadas cuando se corre dentro de mí. ¿Lo entiende? Siempre extrañamos los que queremos una vez perdido…etc. Todas esas frases lindas quedan perfectas en esta parte. Gracias.




ZARA Y CAROLINA HERRERA en el caribe:
Nos trae dos martinis. ¡Que tibia el agua!

ACOTADOR:
¿Quieren con hielo?

ZARA Y CAROLINA HERRERA en el caribe:
¿Que te pasa? ¿Esperas que te caiga la gorda derretida encima del calor que hace?

ACOTADOR:
Uno para usted y el otro…

ZARA Y CAROLINA HERRERA en el caribe:
Gracias.

ZARA en el caribe:
¿Nos habrá escuchado?

CAROLINA HERRERA en el caribe:
¿Qué parte? La de a abuela o la del tipo vergón ese.

ZARA en el caribe:
No sé. No te pongas Yoancolins.

CAROLINA HERRERA en el caribe:
Nos miraba de reojo, como espiando, este pinche cabrón no tiene cara de caribeño, se parece mucho al del taxi.

ZARA en el caribe:
Ahora te pones mexicana, ordinaria.

CAROLINA HERRERA en el caribe:
Espera sentada Zara y disfruta el paisaje. Nadie me quitará estas merecidas vacaciones.

ACOTADOR:
Carolina Herrera mete los dedos en la copa y toma la aceituna verde, la pone entre su roja boca, una cara tostada brillante de aceite con un punto verde en el centro rodeado de rojo. Rompe la copa del martini, como sólo las nanas lo saben hacer para que parezca un accidente. Se acerca hacia mi, no logro ver sus ojos, las trenzas del pelo a lo mujer 10 le golpean el rostro como chicotes a una yegua, viene directo hacia mí.

ZARA en el trópico:
El aire de la playa se deja llevar por el viento tibio del trópico. Los pies de Carolina Herrera no se entierran en la arena, como si flotaran. Ella no tiene peso. Sus manos moldean un gran, pero gran Castillo de Arena, pero más bien parece un enorme y gigante Mall, de esos modernos con líneas rectas. Sus ojos no se ven con la sombra. El sol está justo encima de ella. Son nuestras últimas y eternas vacaciones. Carolina Herrera tapa los dedos del pie, con un nuevo sector del Mall, el de la comida chatarra. Con sus dedos delgados le da el toque final. Un Mall de arena tropical de un metro ochenta de largo por uno de ancho. Perfecto, nadie lo notará.

BÁRBARA A 600 KMS POR HORA:
Lo encontraré.
Lo buscaré en todos nuestros lugares.
Lo buscaré en todos los semáforos en que me besó.
Lo buscaré en todos los lugares que le nombré.
Lo buscaré en todos los lugares que me perdonó.
Lo buscaré en todas las disquerías.
Lo buscaré en todas las radios y conciertos.
Lo buscaré en todos los afiches.
Lo buscaré en todas las chicherías.
Lo buscaré y lo encontraré.
Lo encontraré.
Lo encontraré y nos besaremos largo y tendido.
Lo besaré y volveremos a estar juntos.
¿Lo encontraré?
Lo buscaré en todos nuestros lugares.
Lo buscaré en todos los semáforos en que me besó.
Lo buscaré en los lugares en que no hay que buscarlo y ahí
Lo encontraré y nos besaremos.
Lo encontraré cantándome una canción bajita al oído y
Lo amaré de nuevo, porque así me conquistó, cantando.
Lo besaré y no nos perderemos.
Le buscaré un nombre nuevo y uno para mí también.
Si, lo encontraré.

ACOTADOR desde el más allá:
El Acotador mira con ojos de nieto a la abuela, riendo, con sus manos manchadas de rouge rosado. Mordiéndose los dedos para que no salga la carcajada.
Ve lejos a Carolina Herrera tapándole los dedos con arena, sus dedos aun sienten los granos tibios y húmedos en la punta de los pies. Sus ojos en blanco tiritan de placer. El cuello de Carolina lo recorre un camino de hormigas que forman un collar negro perfecto y brillante.
Alcanza a percibir el brillo de los ojos de Zara. Recordando que fue lo que pasó ese día, confundida. Mete la copa helada entre sus piernas y comienza a olvidar, suavemente.
Trata de seguir con la mirada a la veloz Bárbara, nuestra heroína. Que deja una estela en el cielo con sus lágrimas vaporizadas. Propulsada a chorro escribe la palabra O D I O.
Las mira y sonríe. Comprende que todas le han mentido.
Pero le queda tan sólo desaparecer.
Gracias por hacerme sentir imprescindible.



BÁRBARA:
Yo fui Miss 17.
Fui azafata, fui corista, fui puta y fui heroína.
Sentada en el Paseo Ahumada mirando como las palomas picotean los restos de comida de mi capa. Como los perros me lamen los dedos. Como los bichos se llevan a sus familiares muertos reventados en mi cuerpo veloz.
No me quedan fuerzas, Emmanuel es mi criptonita, me quita mi energía.
No sabes cuanto te odio conchetumadre.
¿Por que no me cantas?, ¡Cántame algo po’!, ¡Pa’ algo que sirvas!
Sabría donde estás al instante.
Me veo tirada acá en esta vereda y me debo ver patética, la más patética de todas.
Quería encontrarte para besarte y sacarte la lengua a mordiscos, dejarte mudo.
M
U
D
O
para siempre.
Ese corazón que tienes me pertenece, tu alma me pertenece. No puedes dejarme así, vacía. Sin tarareos.
¡Soy una superheroína!
¿No te caliento?
¿No te importa salir de mi mano en todas las portadas?
¿Rescatado de todos los incendios, choques, atentados?
¿No te caliento? ¿Eso es?
¿Mi malla ajustada, la faldita corta, la capa golpeándome el culo?
¿Eres maricón?
¿Por eso te fuiste?
Eso le diré a todos, el muy maricón de Emmanuel no se la pudo con mis superdotes.
¿Por qué te fuiste?
Cuando tu madre me dijo: Emmanuel se fue muy lejos, se perdió, dejó una grabación.
Se me rompió el pecho, se me quebró, la cascada salía de ahí. ¿No lo ves?
Si fuera canción sería tu peor melodía. Tu disco de los más rayados.
¡Ándate HUECO! Fleto, mamón, coliza, coliguacho.

En la grabación sólo había una respiración. Eso es lo único que me dejaste.

Me sacaré este disfraz, me sacaré estos supercolores, correré en pelotas, por todo el centro, cuando me encuentres muerta, ahí me cantarás, lo sé.

LA ABUELA FINAL:
Los hombres sólo saben cómo amar a las mujeres cuando estamos muertas.

HOYO SIETE

EL AUTOR:
Zara, no pierdas tu gobierno.
No pierdas tu gobierno Abuela.
No pierdas tu gobierno Bárbara
¡Gobiérnate mujer!

HOYO OCHO

CAROLINA HERRERA CONFIESA:
Quiero tener una casa perfecta como ésta, llena de espacios limpios que recorrer.
Con un hombre vergón, simpático y querendón.
Que le guste mi milanesa.
Que le guste yo como esposa.

Zara se fue con un negro.
Y yo me quedé mirando la puesta de sol.

Quiero tener una casa propia con jardín.
Cortar muchas flores, rosas, jazmines y fucsias.
Para ponerle flores a mi maridito los domingos.
Y orar por él.

¿Algo se está quemando en la cocina?
Huele mal.
¿Dónde dejé las pastillas?
¿Dónde están las tijeras?